El pasado 23 de mayo, nuestro colegio se llenó de color, alegría y emoción para celebrar una de las fiestas más especiales para la familia salesiana: la festividad de María Auxiliadora. Como cada año, vivimos una jornada repleta de actividades, símbolos y momentos compartidos que nos recordaron el amor y la protección de nuestra Madre.
Desde primera hora, los pasillos y patios se transformaron en un lugar de encuentro festivo. La celebración comenzó con una Eucaristía participativa, en la que alumnado, profesorado y familias se unieron para dar gracias y poner bajo el amparo de María nuestro camino educativo y personal.
Uno de los momentos más emotivos fue la imposición de las orlas al alumnado de 4º de ESO, un gesto simbólico de despedida y reconocimiento a todo su recorrido en el colegio. Fue un instante lleno de emoción, orgullo y alguna que otra lágrima compartida.
En secundaria, la mañana continuó con un ambiente distendido y muy sabroso gracias al concurso de tortillas y pinchos, donde la creatividad y el buen humor fueron los ingredientes principales. El jurado, formado por profesorado y alumnado, tuvo difícil elegir entre tantas propuestas originales y deliciosas.
Y como no podía faltar, vivimos uno de los momentos más esperados del día: el partido de fútbol entre profesores y alumnos. Risas, emoción, deportividad y mucha complicidad marcaron este encuentro, que ya se ha convertido en una auténtica tradición del colegio.
Cada detalle de esta jornada nos recordó el espíritu salesiano que nos une: educar desde el cariño, acompañar con alegría y confiar siempre en el poder del amor. Gracias a todos los que lo hicisteis posible: alumnado, familias, profesorado y personal del centro.
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¡Viva María Auxiliadora!
